griegos y romanos

jueves, 9 de diciembre de 2010

Obras de Aristófanes

Las Once Comedias de Aristófanes que podemos disfrutar en la actualidad son:

Los Acarnienses (425 a.C.) Esta obra es una crítica a la guerra del Peloponeso que orilló al hacinamiento de los campesinos en la ciudad.
Un ciudadano común pero valiente decide pactar con el enemigo, logrando una tregua privada.
En esta obra Aristófanes parodia una escena del Télefo de Eurípides, haciendo que Diceópolis, el protagonista quien representa a Píndaro (uno de los más célebres poetas lirícos de la época clásica griega), tome como rehén un saco de carbón en lugar de a Orestes como la hace Télefo (rey mítico de Misia) en la obra de Eurípides.
Los caballeros (424 a.C.) es una crítica a Cleón, uno de los más poderosos hombres de la antigua Atenas quien en la obra es representado como el camarero de Demos (ciudadanía) y a quien dos esclavos, Nicias y Demóstenes (dos de los atenienses más importantes de la Guerra del Peloponeso) sustituyen por un choricero, con él Cleón se disputa con groserías e idioteces el puesto y al final Demos elige al choricero como ayudante.
Con Las Nubes (423 a.C.) Aristófanes satiriza la enseñanza que reciben los jóvenes por parte de los sofistas, equiparando a Sócrates con uno de ellos. Llama a la escuela de Sócrates "El Pensadero" y la muestra como el lugar donde se enseña a argüir justa en injustamente para ganar los juicios.
Ridiculiza a Sócrates llamándolo "el mismo" y colgándolo de una canastilla como un dios hablando con los hombres.

Las avispas (422 a.C.) gira en torno a un padre aficionado a los juicios y su hijo que pretende alejarlo de ese vicio encerrándolo en su casa. El padre (Filocleón) realiza diversos intentos cómicos y poco exitosos de fuga hasta que sus compañeros en el tribunal vestidos de avispas van a rescatarlo. Para ayudar a su padre el hijo (Bdeliclón) monta un juzgado en su propia casa donde enjuicia a un perro por comerse un queso siciliano.

En La Paz (421 a.C.) el personaje principal llamado Trigeo se monta en un escarabajo gigante, parodiando a Belerofonte quien montó a Pegaso para regresar al Olimpo a escuchar a Zeus.
Belerofonte y Pegaso

En la obra Las aves (414 a.C.) ridiculiza el gusto de los atenienses por los litigios a través de dos personajes llamados Pistetero (el persuador) y Evélpides (el optimista) quienes se van en busca del mítico Tereo que fue convertido en pájaro. Deciden construir una ciudad ideal llamada Nefelococigia (la ciudad de las nubes y los cucos) a donde  no dejan entrar ni a los dioses, sólo unos cuantos personajes necesarios pueden acceder a ella. Al fianl Postetero obtiene el cetro de Zeuz junto con Basilia (soberanía) y es aclamado como el mayor de los dioses.
Representación moderna de Las aves de Aristófanes

Lisistrata (411 a.C.) habla de una propuesta que hacen las mujeres para forzar a los hombres a que abandonen la guerra. Esta consiste en practicar el celibato, la propuesta de Lisistrata a sus amigas dice así: "...Mira: nos estamos en casita, con unas túnicas cortas de Amorgos, bien transparentes, y andamos muy bien depiladas por donde tú comprendes y entramos a donde están nuestros maridos bien a tiro y ya con ardores de echarnos abajo...si en lugar de condescender nos rehusamos, la paz es un hecho. Bien lo sé"
Lisistrata 
En Tesmoforias (411 a.C.) ridiculiza a Eurípides por medio de una cospiración de las mujeres en su contra porque ya están hartas de que las represente como locas, asesinas, ninfómanas y suicidas en sus tragedias. Para enterarse de sus planes en su contra envía a su suegro a una amablea disfrazado de mujer. Una de las escenas más graciosas es cuando Eurípides afeita a su suegro y lo viste con atuendos femeninos para que pueda hacerla de espía.
Las Ranas (405 a.C.) es otra obra en la que denuestra a Eurípides, ridiculiza el lenguaje elevado del poeta en sus tragedias y se ríe del arte nuevo que representan las obras de éste. Por esta pieza Eurípides paso a la posteridad como un poeta inferior a Sófocles y Esquilo.
Portada de libro Las ranas de Aristófanes

La asamblea de las mujeres (392 a.C.) es una sátira sobre la idea de la propiedad comunal. en esta obra las mujeres toman el lugar de los hombres para dirigir Atenas, se visten como ellos y actúan igual que ellos durante las asambleas, emborrachándose y poniendo atención a cosas distintas a la cauda. Gracias a estos trucos logran hacerse del mando y entonces instauran la idea de una vida comunitaria en la que incluso los hombres debían ser para todas. Hay escenas muy graciosas como una en la que dos ancianas se pelean por un joven (que ahora es de "popiedad" común) para que se acuste con la que lo gane por acato de las nuevas leyes.

Escena de una representación de La asamblea de las mujeres de Aristófanes
 
Pluto (388 a.C.) reduce al absurdo el concepto de redistribución de la riqueza en Atenas por medio de la diosa Pobreza quien hace ver que una distribución más justa es irrazonable ya que sin porbreza no habría esclavos porque podrían comprar su libertad ni tampoco comida o bienes suntuosos ya que nadie trabajaría porque todos serían ricos.
De Aristófanes y su obra hay mucho que decir, por lo pronto como punto final les dejamos el sobrenombre a que se hizo acreedor: "El tábano de la antigua Grecia"

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